Mercè Bruquetas
Actriz
Con una carrera que se extiende a lo largo de más de sesenta años, Mercè Bruquetas i Lloveras (Vilassar de Dalt, Maresme, 1925 – Barcelona, 23 de noviembre de 2007) es una de las grandes figuras del teatro catalán del siglo XX, tanto por la calidad de su interpretación como por su firme compromiso con la cultura del país. Nacida en Vilassar de Dalt en 1925, se formó en el Institut del Teatre de Barcelona en un contexto marcado por la posguerra y la represión del régimen franquista, en el que el uso de la lengua catalana en los escenarios era prácticamente clandestino. A pesar de las adversidades, Bruquetas destacó desde muy joven por su fuerza expresiva, su dicción impecable y una gran capacidad para comprender y transmitir la emoción de los textos.
Debutó profesionalmente durante la década de los cuarenta, y muy pronto se consolidó como una actriz habitual en las programaciones teatrales de la capital catalana. Su trayectoria incluye actuaciones memorables en el Teatre Romea, el Poliorama, la Capsa, el Teatre Grec y, más adelante, en el Teatre Nacional de Catalunya y el Teatre Lliure. Formó parte de compañías emblemáticas y participó en montajes que hoy se consideran clásicos, bajo la dirección de algunos de los nombres más influyentes de la escena catalana: Ricard Salvat, Jordi Mesalles, Josep Montanyès, Hermann Bonnín, Fabià Puigserver o Pere Planella, entre otros.
En el escenario, Bruquetas se distinguió por una admirable versatilidad: supo transitar con naturalidad del drama al registro cómico, de la tragedia clásica a las formas más experimentales. Interpretó obras de Shakespeare, Molière, Chéjov, Lorca o Valle-Inclán con una gran potencia escénica, y al mismo tiempo contribuyó a la difusión y consolidación del teatro catalán contemporáneo, dando voz y cuerpo a personajes creados por autores como Salvador Espriu, Josep Maria de Sagarra, Maria Aurèlia Capmany, Joan Brossa, Lluïsa Cunillé y Josep Maria Benet i Jornet. A menudo se decía que su estilo combinaba elegancia y contundencia, y que su voz era capaz de transmitir, con la misma fuerza, la delicadeza y el dolor.
Además de su trabajo en el teatro, Bruquetas tuvo una destacada presencia en la televisión catalana. Participó en programas teatrales y dramáticos en TVE Catalunya durante los años sesenta y setenta, y más adelante en TV3, donde intervino en series y adaptaciones teatrales que ayudaron a acercar el teatro a un público más amplio. También hizo algunas incursiones en el cine, dejando huella en papeles secundarios pero intensos que reflejaban su carácter y profundidad interpretativa.
En los últimos años de su trayectoria, se convirtió en un referente para las nuevas generaciones de actores y actrices. Era conocida por su generosidad, su exigencia y su compromiso ético con la profesión. Muchos jóvenes intérpretes que trabajaron con ella o que la tuvieron como profesora la recuerdan como una maestra inspiradora, con una concepción del teatro como un espacio de verdad y compromiso cívico.
Su contribución a las artes escénicas ha sido reconocida con diversos premios y distinciones, entre los cuales cabe destacar el Premio Margarida Xirgu, el Premio Nacional de Teatro de la Generalitat de Catalunya y la Creu de Sant Jordi, una de las máximas distinciones otorgadas por el Gobierno catalán.
En 2025, coincidiendo con el centenario de su nacimiento, el mundo teatral catalán rinde homenaje a Mercè Bruquetas: una actriz de profunda vocación, una mujer de gran sensibilidad humanística y una artista que dedicó toda una vida a la escena con rigor, pasión y un amor inagotable por la palabra y el gesto.